El imperialismo
cultural europeo está íntimamente relacionado con el de Estados Unidos. El
imperialismo europeo se manifestó en la imposición de su cultura a sus antiguas
colonias, siendo más profunda en el continente americano. A los indígenas se le
obligó adoptar la religión cristiana y
el idioma de los conquistadores, teniendo igual suerte los nativos comprados
en África y
llevados a América como esclavos. También se llevó la forma de vida propia de
la civilización occidental, ciudades,
hospitales, universidades, apareciendo el Derecho
individual en América -las civilizaciones indígenas tenían
un Derecho colectivo-. Se transformó notablemente
la vestimenta, acorde a la religión cristiana, introduciendo nuevas costumbres
relacionadas con la sanidad y la higiene, y a partir de la Ilustración,
la ciencia occidental con sus métodos.
A diferencia de las
naciones africanas o asiáticas, la descolonización de
América (también llamada revoluciones americanas o independencia de América) aumentó su
asimilación a la cultura occidental, con la introducción continua de nuevas
tecnologías y la consideración del legado cultural español (Hispanoamérica,
amplio conjunto de países que compone la inmensa mayoría del continente),
portugués (Brasil),
francés (Canadá, Guayana, Haití)
o británico (Estados Unidos de América, Canadá)
como raíz de impronta cultural de las naciones americanas, reflejado en sus
instituciones, modo de vida, infraestructuras, fiestas populares, lenguas
oficiales, etc.
Aun así, alguna parte
de la sociedad civil de los países americanos se
ha resistido a buena parte de esa culturización, aunque la mayor parte de la
población puede ser considerada occidental, dado el alto grado de asimilación
cultural y étnica europea, como lo demuestra el hecho de haber censado
bastantes más mestizos que indígenas.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario