Tras el derrocamiento
de Yanukóvich el 22 de febrero de 2014, diversos grupos
prorrusos se manifestaron en contra del nuevo gobierno en Kiev y proclamaron
sus anhelos de estrechar sus vínculos (o inclusive integrarse) con la Federación de Rusia. Estas
protestas se han concentrado en la península de Crimea y algunos óblast en
la zona fronteriza entre Rusia y Ucrania. Varios gobiernos regionales de la
región propusieron referendos separatistas y
se produjeron una serie de revueltas militares, incluyendo tanto tropas locales
como tropas rusas. El 6 de marzo de
2014, las autoridades de la República Autónoma de Crimea anunciaron
la convocatoria a un referéndum
para el 16 de marzo siguiente para integrarse formalmente a
Rusia. Las autoridades de la ciudad autónoma de Sebastopol,
en tanto, aprobaron su integración ese mismo día.
Las autoridades rusas
declararon que la movilización de tropas tenía el objetivo de garantizar la
integridad de los ucranianos prorrusos habitantes de Crimea y las bases rusas
estacionadas allí, hasta que se normalizara la situación socio-política.15 16 17 Estas
operaciones militares han sido rechazadas por diversos gobiernos, especialmente
por Estados Unidos y miembros de la Unión Europea,
quienes han declarado que Rusia ha actuado de forma contraria al Derecho internacional y han amenazado
con sanciones contra dicho país si no se retira del territorio ucraniano.18
El día 11 de marzo,
Crimea y la ciudad de Sebastopol declararon unilateralmente su independencia de
Ucrania, proclamando laRepública de Crimea, reconocida sólo por Rusia.19 El 18 de marzo,
los líderes de la República de Crimea, Serguéi Aksiónov y Vladímir Konstantínov, el presidente de
Rusia, Vladímir Putin, y el alcalde de Sebastopol, Anatoli Chali,
firmaron el tratado de adhesión de dos nuevos territorios federales a Rusia
 
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